El nombre del dominio <.amazon> se está convirtiendo en el talón de Aquiles de la ICANN.
ICANN son las siglas en inglés para la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números.
Esta organización es un elemento esencial para entender Internet. Es una organización sin fines de lucro domiciliada en California (Estados Unidos) que hace de gobierno de Internet y así los nombres de dominio.
Internet depende de los servidores donde se aloja la información. Para acceder a estas máquinas había que recordar las secuencias numéricas que constituye su IP (Internet Protocol). Sin embargo, Vinton Cerf y sus colegas diseñaron un sistema de asignación de nombres a esas direcciones para facilitar el acceso a la información.
Los nombres de dominio de primer nivel pueden ser genéricos o geográficos. En el primer caso sería el ejemplo de <.com>, <.org>, etc y en el segundo caso sería <.es,> <.fr> o <.de>. A diferencia de los ccTLD, que son un conjunto cerrado y predecible, los gTLD son virtualmente infinitos y su creación depende de ICANN.
A fines de 2010, ICANN lanzó un programa de incentivo para la creación de nombres de dominio genérico. El proceso era abierto y se basaba en la mera presentación de una solicitud.
La empresa Amazon presentó solicitud en 2012 pero el ICANN cuenta con un Comité donde intervienen los Estados. Perú y Brasil se opusieron y el Comité del ICANN les apoyó. Además, los intentos de mediación entre las partes propiciados por la ICANN resultaron infructuosos.
En estas circunstancias la ICANN resultó indecisa y recurrió a dos consultoras internacionales para tener un mejor conocimiento sobre las implicaciones legales marcarias y de derecho internacional. No obstante, en 2014 decidió denegar la solicitud sobre la base de los argumentos expuestos en el Comité de Estados.
Pero Amazon no desistió y solicitó la revisión del proceso. Revisión lenta pues tardó tres años hasta su resolución final y que tras criticar al ICANN recomienda la reapertura del proceso de solicitud de registro de <amazon>.
La posición de los países es clara si no obtienen un resultado favorable: la gobernanza de Internet no es la correcta. Colocando el futuro de Internet en otro organismo público internacional. Y al otro lado, las empresas privadas que con su transferencia de fondos soporta el sistema ICANN y que no ven con buenos ojos la entrada de los Estados en la gobernanza de Internet.